PASTORAL
LUZ Y VIDA DOMINICANA
La Pastoral es el arte de encarnar en la realidad actual el Reino de Dios predicado por Jesucristo y vivenciado por el carisma de las hermanas Dominicas de la Inmaculada Concepción. Así, la fe, no es una añadidura artificial sobrepuesta a la cultura ya la formación humana que los estudiantes reciben en la institución. La fe es una luz que se proyecta sobre todas las zonas del pensamiento y vivifica todo el desarrollo personal y comunitario.
Hoy, existe un consenso general en afirmar que la escuela no puede ser neutra. La formación integral de la persona lleva consigo una concepción del hombre y de la sociedad que implica el planteamiento del sentido último y trascendente de la persona humana o la referencia al mismo para afirmarlo, para negarlo o para prescindir de él.
Nuestra querida Institución, a pesar de su juventud, ha sido un constante resplandor de la Luz de Cristo para cada uno de los miembros que conformamos esta prestigiosa familia educativa, la misma que acuna en el corazón de las nuevas generaciones, el fervoroso deseo de renovar la sociedad desde el estudio, la oración, la vida fraterna y la predicación del amor de Cristo, desde la espiritualidad de Santo Domingo de Guzmán y de Madre Hedwige Portalet.
Nuestra Pastoral tiene como principal objetivo, evangelizar a los miembros de la Comunidad Educativa, de modo que sea posible una formación integral inspirada en el legado de Santo Domingo de Guzmán y la Sierva de Dios Madre Eduviges Portalet: PREDICAR LA VERDAD Y PORTAR LA LUZ DE CRISTO, SIENDO OJOS DE LOS QUE NO VEN POR LAS CEGUERAS ACTUALES.
ACTIVIDADES
Pastoral Kerigmática o de anuncio de la Buena Nueva.
Conscientes de que la tarea, de la evangelización de todos los miembros de la comunidad educativa, es la misión esencial de la pastoral educativa, edificando desde los consejos evangélicos a tiempo y destiempo, puesto que el vertiginoso cambio de los tiempos, apartan del corazón del corazón humano el interés por una sociedad cristiana.
Pastoral Litúrgico Sacramental.
Nuestra pastoral debe articular y fortalecer los procesos de iniciación sacramental y la vivencia misma de la liturgia, con la finalidad de encontrarnos con la vida de Jesús en cada uno de sus pasos en obediencia filial a su Padre, tomando como puente y vínculo de encuentro con Dios las palabras de Santo Domingo de Guzmán: “Hablar con Dios, y de lo hablado, hablar de Dios”.
Pastoral Misionera y Social. (Compromiso)
Para acentuar la dimensión misionera y concretizar el compromiso cristiano por medio de la proyección social, aprovechando la disponibilidad que muestra los jóvenes frente al ámbito de la acción social.
Pastoral Infanto-Juvenil. (Infancia Misionera y Grupo juvenil).
Para llegar a desarrollar acciones concretas que canalicen y dinamicen la experiencia de fe de los niños, niñas y adolescentes y jóvenes en un espacio externo al horario de clase, para valorar la actitud positiva mostrada por los estudiantes en cuanto a pertenecer a un Grupo pastoral.
Pastoral Vocacional.
Para asumir uno de los principales lemas, de la Orden de Predicadores. Además, para que la pastoral vocacional se constituya en eje transversal del quehacer pastoral de la Institución, basada en los pilares de nuestra Congregación, ORACION, ESTUDIO, VIDA FRATERNA Y PREDICACION. Esta pastoral vocacional debe integrar no solamente la vocación sacerdotal y religiosa, sino también la vocación al matrimonio y al servicio desde el ámbito profesional y ocupacional.
Pastoral Formativa con estudiantes, profesores y familias.
Para dinamizar todo el proceso de formación integral, humana y religiosa que se lleva a cabo con los estudiantes, además de los procesos formativos dirigidos al personal docente ya las familias.
Pastoral familiar.
Para involucrar más a las familias en el quehacer pastoral de la Institución e implementar procesos que contribuyan a ayudar a las familias para que lleguen a ser verdaderas Iglesias Domésticas, llamadas a vivir en oración, alabanza, vida fraterna, humildad, amor, perdón y santidad . Estas dimensiones pastorales permiten integrar el trabajo con la dimensión axiológica como medio para crecer, alcanzar el autocontrol y llegar a asumir compromisos espirituales, sociales, morales y éticos.